Vivimos por fe.
Actuamos por fe.
Producimos por fe.
Nos mueve nuestra FE.
Prosperamos por fe.
Vencemos por fe.
Amamos por fe.
Vivimos por fe.
Actuamos por fe.
Producimos por fe.
Nos mueve nuestra FE.
Prosperamos por fe.
Vencemos por fe.
Amamos por fe.
¿Quién no necesita un amigo leal? #BuscaAyuda
DIOS CONSUELA A UNA PERSONA DEPRIMIDA A TRAVÉS DE AMIGOS LEALES COMO TITO.
“Mucha es mi confianza en vosotros, tengo mucho orgullo de vosotros, lleno estoy de consuelo y sobreabundo de gozo en toda nuestra aflicción. Pues aun cuando llegamos a Macedonia, nuestro cuerpo no tuvo ningún reposo, sino que nos vimos atribulados por todos lados: por fuera, conflictos; por dentro, temores. PERO DIOS, QUE CONSUELA A LOS DEPRIMIDOS, nos consoló con la llegada de Tito; y no sólo con su llegada, sino también con el consuelo con que él fue consolado en vosotros, haciéndonos saber vuestro gran afecto, vuestro llanto y vuestro celo por mí; de manera que me regocijé aún más.” 2 Corintios 7:4-7 LBLA
De tu médico tú esperas un tratamiento;
de tu consejero, una orientación;
de tu pastor, compasión y ejemplo.
El psicólogo ofrece alternativas;
y, el psiquiatra, una terapia.
De tu confidente lo único que necesitas es:
¡QUE TE ESCUCHE!
Tu médico debe ser perspicaz,
tu consejero debe ser sabio,
tu pastor debe ser misericordioso,
El psicólogo debe ser sagaz en su análisis,
y el psiquiatra debe ser éticamente competente.
En cambio, la característica elemental y suficiente de un confidente es
¡LA LEALTAD!
Acabo de “re-leer” Juan 17.
Este capítulo nos da la inspiradora oportunidad de escuchar a Dios hablando con Dios. No hay, en toda la Biblia, otro pasaje como ese que se le pueda comparar.
Dios – El Hijo está deseando que seamos tan felices como Él, felicidad que radica en que guardemos la unidad y mostremos amor. ¡Volvamos a leerlo!