La respuesta más simple es generalmente la correcta

«Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya.» «EL», en Lucas 22:42 NVI

Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir.
(Is 48.17)

Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos.
(Sal 32.8)

No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis?
(Is 43.18-19)

¡Estoy confiado en que viene algo bueno!

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